Entrevista con la Dra. Parer - Atención Primaria Vallcarca-Sant Gervasi

¿Cómo hemos vivido la irrupción de la Covid-19 en el CAP? I

La irrupción de la Covid-19 cambió nuestras vidas y la forma en la que trabajamos. Para conocer mejor la experiencia de los compañeros del centro de atención primaria y como reconocimiento a su esfuerzo, hemos entrevistado a una persona de cada estamento.

Esta es la entrevista con la Dra. Maria Parer, médica de la Unidad de Atención a la Complejidad y una de las personas que ha liderado la implantación de los nuevos protocolos de seguridad en el centro.

Esta entrevista se realizó a mediados de julio del 2020. La previsión inicial situaba los posibles rebrotes en otoño, sin embargo, a mediados de julio empezó a aparecer el primer aumento de contagios.

¿Cómo cambió la irrupción de la Covid-19 la manera de ejercer tu profesión?

Maria Parer: La protección de los profesionales fue la prioridad. Vimos que en otros lugares caían muchos profesionales enfermos; había CAPs que cerraban porque no tenían bastante personal para atender a la población. Nuestra prioridad fue montar un sistema nuevo para poder ir a los domicilios a atender a los pacientes con seguridad, tanto para el profesional, como para el paciente al que íbamos a visitar. Tuvimos que montar un circuito especial que hasta ahora no existía.

[Durante las fases de pico de la epidemia, los profesionales de medicina de familia y enfermería dejaron de hacer las atenciones a domicilio de forma individual y pasaron a hacerlas en parejas multidisciplinares (medicina + enfermería o bien enfermería + auxiliar de enfermería) con el apoyo de una persona de la unidad de atención al usuario que hacía de conductora. Para poder transportar todos los materiales de protección necesarios los domicilios se pasaron a hacer en coche].

¿Qué ha sido lo más difícil para tú durante aquel periodo?

MP: Ha sido un esfuerzo de muchas horas de trabajar y no poder desconectar. Te vas a casa a sabiendas de que todavía hay mucho trabajo y aunque hagas más horas no lo acabas. Y después no poder tener el apoyo de la familia próxima. Nosotros estábamos a primera línea y el riesgo de poder contagiar a la familia… Yo tuve que dejar de ir a ver a mi madre o verla de lejos, desde el balcón, porque nosotros éramos una fuente potencial de contagio. Y más, te quedaba aquella cosa de pensar también en tu seguridad.

 

Es un trabajo muy estresante y no tienes apoyo social.

MP: Sí, tú misma, por responsabilidad te aíslas de las personas que conoces porque puedes ser una fuente de enfermedad.

¿Y durante el desconfinament y la nueva normalidad?

MP: Es difícil porque a pesar de que parece que es una nueva normalidad, tenso la sensación de que todavía no está todo resuelto. Y de hecho ahora lo estamos viendo. Es muy difícil hacer entender a la gente que tenga responsabilidad, porque hay quien no ha tenido ningún caso grave próximo y piensa que solo es cosa de gente mayor que ha muerto y no es así. Ha habido jóvenes a la UCI y jóvenes que han muerto y profesionales que han muerto. Hacer ver a quién no ha tenido contacto con esta realidad que es una cosa muy seria y que hay que seguir las medidas que se recomiendan… es una lucha diaria y discutir diariamente con los pacientes. Un paciente positivo no puede salir a ver los amigos, o ir a trabajar o llevar al niño en el casal… Yo también entiendo que la gente mayor estaba acostumbrada a otro tipo de atención. Ahora los tenemos que explicar que damos otro tipo de atención, pero es por su bien. El confinamiento ha sido muy duro para la población en general. La gente mayor ha perdido mucha movilidad y esto tiene un impacto a la salud. Realmente, estoy preocupada por muchas personas mayores. Ha aumentado el dolor, simplemente por la carencia de movilidad. Muchos pacientes psiquiátricos se han descompensado por no poder seguir sus rutinas. Como sociedad tenemos que intentar que el confinamiento no vuelva, por eso hace falta que la comunidad tome conciencia.

¿Cómo has vivido estos meses, qué te ha ayudado más?

MP: Sobre todo los compañeros, porque entienden la situación.

¿Qué te habría ayudado y has echado de menos?

MP: Entiendo que el Departamento de Salud ha hecho el que ha podido, pero nos han ido cambiante protocolos. De hecho, hemos tenido que espabilarnos y hacer nuestros propios protocolos. Yo lo entiendo, todo ha estado tan rápido que no habido tiempo de hacer cosas. No sé… de hecho no he tenido tiempo de pararme a pensar.  No puedes pararte porque te pilla la situación. Con Elena [Moral, enfermera de la Unidad de atención a la complejidad] hemos hecho un gran equipo y hemos estado muy creativas y después confirmábamos esta creatividad cuando llegaban los protocolos y confirmaban el que ya hacíamos. Esto ha sido una gran satisfacción como profesional.

¿Qué querrías explicar en la población de cara al otoño?

PM: Estamos en julio y ya empezamos a tener casos. No es una enfermedad de personas mayores, es una enfermedad de todos. Tenemos que evitar que se vuelva al confinamiento, porque es malo por todo el mundo. Y que piensen que los profesionales estamos muy cansados. No sirve un aplauso un día puntual, sino tener responsabilidad y entender la situación de todos los profesionales de la salud.