¿Cómo hemos vivido la irrupción de la Covid-19 en el CAP? V

La irrupción de la Covid-19 cambió nuestras vidas y la forma en la que trabajamos. Para conocer mejor la experiencia de los compañeros del centro de atención primaria y como reconocimiento a su esfuerzo, hemos entrevistado a una persona de cada estamento.

Esta es la entrevista con la enfermería Esther Llauradó . La conversación tuvo lugar a mediados de julio de 2020.

¿Cómo cambió la irrupción de la covid-19 la forma de ejercer tu profesión?

EL: La forma de trabajar en el CAP cambió de la noche a la mañana . La consulta telemática pasó de ser puntual a lo habitual. Aumentó la demanda de seguimiento mediante consultas telemáticas o telefónicas de heridas, patologías crónicas y agudas, y el seguimiento de pacientes con síntomas sospechosos de Covid-19, porque en ese momento no teníamos PCR y no lo sabíamos a ciencia cierta.

Enfermería ha liderado la atención domiciliaria durante el pico de la epidemia, dado que aumentó mucho la necesidad tanto por el control de pacientes con patología crónica, como patología aguda por Covid-19. Pasamos a hacer los domicilios en equipo y con los epis [ equipos de protección individual ]. También fue muy importante la labor con las residencias de la zona. Hay unas 17 y tuvimos que trabajar con el equipo directivo de las residencias y hacer las PCR a todos los residentes y todo el personal, en pleno pico de pandemia.

¿Qué ha sido lo más difícil para ti durante ese período?

EL: Primero gestionar a nivel personal la incertidumbre . Las noticias eran preocupantes.

Y adaptarse a esta forma de trabajar. Las enfermeras estamos muy acostumbradas al trato con las personas, al cuidado, a ir al domicilio, tocar… Ahora no podemos hacerlo, no podemos abrazar, tocar la mano… y eso nos ha costado mucho.

Y después trabajar con todas las medidas de protección , que ahora tenemos muy integradas, pero al principio nos costó.

¿Y durante el desconfinamiento y la nueva normalidad?

EL: Ver cómo la población piensa que esto ya ha terminado y nosotros desde dentro tenemos otra visión. Es una pequeña pausa, no sabemos qué va a pasar… y realmente lo hemos pasado mal a nivel personal y profesional , con una presión muy alta de trabajo . Es verano, estamos desconfinados, pero es necesario ser responsables, por el bien de toda la comunidad.

Al principio también me preocupaba muchísimo infectarme y contagiar a mi familia. ¿Quién los cuidaría? Se parece que debemos ser superwomen y debemos hacerlo todo… Luego decidí, hacemos lo máximo para evitarlo y si pasa ya haremos. Debemos prevenir, pero no podemos controlarlo todo.

¿Cómo has vivido en estos meses, qué te ha ayudado más?

EL: Creo que en el CAP tenemos mucha suerte, tenemos muy buena relación y trabajamos muy bien juntos. Tener una buena comunicación con los compañeros nos ha ayudado mucho, porque hemos tenido que trabajar bajo presión , adaptarnos a los continuos cambios, a los protocolos diarios. Las enfermeras hemos cerrado filas . Da tranquilidad saber que no se queda nada colgado y que todas tenemos el mismo objetivo y vamos a por todas.

Por protocolo, tuvimos que cambiar y enfermería empezó a hacer los domicilios de dos en dos o en colaboración con las auxiliares de enfermería , para aumentar la protección y la seguridad. Normalmente nos acompañaban las auxiliares y la verdad es que da mucha tranquilidad y seguridad salir en pareja.

¿Qué te habría ayudado y has echado de menos?

EL: Más recursos para gestionar mejor las PCR durante el pico. Dependíamos de lo que hacía el hospital de Vall d’Hebron y eso limitaba el seguimiento de los pacientes. He echado de menos autonomía en este campo. Si tenemos el material, nosotros ya actuamos.

Había mucha incertidumbre con los EPIs. A nosotros no nos hace falta de nada, pero en las residencias geriátricas , sí. Y esto nos ha angustiado mucho, porque vemos en qué condiciones estaban trabajando.

También he echado de menos más enfermeras . Somos de los países de Europa con los ratios más bajos de enfermeras por pacientes y eso en época de pandemia se ha notado y mucho.

Pienso que si la ley de la prescripción enfermera ya estuviera vigente, las enfermeras hubiésemos podido resolver muchos procesos que hemos atendido durante la pandemia. Todo hubiera sido más ágil y ese tema ha quedado parado.

¿Qué querrías contar a la población de cara al otoño?

EL: Que sigan, que han hecho un esfuerzo muy importante durante estos meses y que debemos seguir con las medidas de seguridad que se indican en todas partes: mascarilla, higiene de manos y distancia. Debemos mantenerlo, no sabemos cuánto tiempo va a durar. No podemos relajarnos y debemos pensar en la comunidad.